La
primera vez que los novios se ven el uno al otro en la boda, es uno
de los momentos más emocionantes de la ceremonia. Los minutos
previos son siempre de tensión y nervios. Todos los ojos
apuntan al novio, que espera impaciente ver llegar a su
pareja.
¿Y
si esa primera vez que se ven lo hicieran a solas?
Momentos
antes de que se lleve a cabo el enlace, mientras todos los invitados
esperan que de comienzo la ceremonia, los novios se reúnen en
secreto durante un par de minutos en un lugar apartado para ver al
otro antes que nadie. En nuestra masía ese momento se lleva a cabo
en el patio enclaustrado. Un lugar recogido y mágico. Ésta será
su última cita como novios, y suele convertirse en el instante más
íntimo del día.
Con
único testigo, el fotógrafo, que inmortalizará con su cámara ese “primer
intercambio de miradas”. Imágenes irrepetibles y potentes,
llenas de emoción y sentimiento. Nosotros lo recomendamos a todas
nuestras parejas. Un momento previo, solo
para ellos, para olvidarse de los nervios y disfrutar de lo que están
a punto de vivir. Con los ojos cerrados, espalda con
espalda, esperar la señal: 1, 2, 3... y volverse al unísono. Emoción, ternura, amor... Un momento inolvidable para ambos, para decirse todo lo que luego -seguro- no tendrán tiempo
de decirse sin testigos, para disfrutar a tope la ceremonia.
En
las uniones civiles cada vez son más las parejas que, desafiando las
viejas supersticiones, se atreven a disfrutar de este instante tan
especial. De hecho, será uno de los pocos momentos que pasen a solas
durante ese día.
En
eso consiste el mini reportaje llamado first look.
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